viernes, 15 de abril de 2011

Olvidarlo todo..

Cuantas veces hemos deseado borrar un dia, un instante, un momento, hasta un año de nuestras vidas a borrarlo todo y vaciar nuestra memoria. Cuantas veces no deseamos volver a ser niños, vivir todo de nuevo, recuperar lo que se fue o dejar que el tiempo ponga las cosas en su lugar. Algunos simplemente no esperan nada del tiempo. Da lo mismo regresar o avanzar, simplemente renuncian a que el tiempo continúe su paso y se marchan con lágrimas y un largo adios. Si desearamos en algún momento perder completamente la memoria y plegarnos por ejemplo a la frase “comezar de nuevo” ¿cuántas cosas no perderíamos? serían como aquellas cosas que se extravían accidentalmente en una mudanza y luego se extrañan. Perderíamos el calor del primer beso y la sensación de aquel amanecer que fue perfecto. La nostalgia por amores pasados y la inocencia con la que nos entregamos a lo desconocido esa primera vez. Quedarían atras los amigos que iban a ser eternos, las cartas que nos hicieron llorar, la primera o última vez que vimos a un gran amor, los brazos mas cálidos, el día que pensamos que se iba a acabar el mundo, el dolor más bonito, la sonrisa mas esperanzadora, el nacimiento del sentimiento más puro.
¿En realidad comenzamos una vida nueva o matamos otra llena de bellos recuerdos? dejamos una vida y un presente que nos da infinitas oportunidades por soñar con un futuro perfecto que no existe o un pedazo de cielo donde no sabemos que nos espera.
¿Vale realmente la pena perder la memoria?

lunes, 4 de abril de 2011

Algo por lo que vivir..

Hoy es uno de esos días en los que te encuentras sola, que aunque tengas a alguien ahí siempre para apoyarte, ayudarte y sacarte una sonrisa, te sientes sola. No sabes por qué te sientes así por mucho que lo pienses, ¿es por tus amigos?, ¿es por ese niño?… Quién sabe. La verdad es que a mí ahora mismo me gustaría poder sacar de nuevo esa sonrisa que yo tenía siempre en la cara, me gustaría hacer reír a mis amigos como siempre hacía, y poder reírnos recordando los mejores momentos del verano, pero a mí ya no me sale tan fácilmente esa sonrisa… No se me ocurren cosas para hacer reír a la gente… Y no tengo ganas de recordar los buenos momentos porque siempre se me vienen a la cabeza los malos… Aquellos días y aquellas en las que lo he pasado tan mal pensando en esa persona, en la persona que más he querido en la vida. Cada lágrima que cae de mis ojos es una pequeña parte de mi tristeza y de lo que de verdad siento por dentro. He intentado que no se me note, pero he llegado a un punto en el que es imposible ocultar lo que siento… A veces, si no llega a ser por ellos, no sería capaz de reírme, de divertirme, de hacer lo que mejor se nos da… Pero ahora mismo ni ÉL podría hacerme feliz. Hay días en los que no se si es mejor contárselo todo a mis amigos o simplemente esperar a que el tiempo ponga las cosas en su sitio… A lo mejor estoy así por mi inseguridad, o por las dudas que tengo de vez en cuando en la cabeza. Pero ¿por qué siempre me pasa eso? No se, pero siempre es la misma historia, cuando llego al punto de querer tanto a esa persona, siempre llegan las dudas… Son dudas pasajeras, que igual que vienen, se van. Pero así día tras día hasta que no puedes más y se lo cuentas a tus personas de confianza esperando una respuesta que te ayude. Esas personas te ayudan o te intentan ayudar y casi siempre lo consiguen, pero esta vez no es así. Porque cada cosa que veo, que escucho, que siento… me recuerda esos malos momentos que pasé. Ahora que por fin creí que era feliz me equivoqué. Espero que esto sea una mala racha, sin más. Puede que haya gente que piense que no tengo por qué estar así, porque tengo a alguien que me quiere, a alguien que me ayuda, a alguien que me hace feliz… Pero es un sentimiento que no se puede evitar, que cuando llega a lo más profundo de tu corazón permanece ahí toda la vida aunque a veces se esconda entre sentimientos felices, pero siempre, SIEMPRE acaba apareciendo de nuevo. Puede que esté madurando, si es así quiero seguir siendo siempre una niña, la niña que he sido siempre, la niña que se reía sin parar, la niña que siempre estaba feliz y nunca lloraba por esa persona. Porque tirar todos estos años de felicidad para mí es una tontería. (L)